12 Pueblos Bonitos Cerca de Avilés
Avilés, una de las ciudades más históricas de Asturias, destaca por su mezcla de patrimonio industrial y monumental, con un encantador casco antiguo que transporta a los visitantes a épocas pasadas. Sin embargo, lo que muchos no saben es que los alrededores de Avilés están salpicados de pintorescos pueblos que merecen ser descubiertos por su belleza, su autenticidad y su fuerte conexión con la tradición asturiana.
En este artículo, exploraremos 12 pueblos cercanos a Avilés que ofrecen una experiencia única a aquellos que buscan un turismo rural auténtico, lleno de naturaleza, cultura y rincones con encanto. Desde las verdes praderas de la costa hasta pequeños pueblos de interior con arquitectura tradicional y vistas impresionantes, cada uno de estos lugares tiene algo especial que ofrecer. Asturias es una región que nunca deja de sorprender, y estos pueblos son el complemento perfecto a una visita a Avilés, añadiendo matices de historia, tradición y naturaleza a cualquier viaje.

1. Cudillero
Cudillero es un pintoresco pueblo pesquero que se encuentra enclavado en la costa occidental de Asturias. Conocido por sus casas de colores que se elevan en forma de anfiteatro alrededor del puerto, este pequeño rincón costero tiene un encanto especial que lo convierte en un destino muy fotografiado. Pasear por sus estrechas y empinadas calles permite descubrir pequeñas plazas, miradores ocultos y numerosos detalles que reflejan su rica tradición marinera. Entre sus puntos más destacados se encuentra el Mirador de la Garita, desde donde se pueden obtener vistas espectaculares del mar Cantábrico y del propio pueblo. La Plaza de la Marina es el lugar perfecto para degustar mariscos frescos en alguno de los restaurantes que bordean el puerto. Además, Cudillero acoge cada año diversas fiestas y eventos que celebran sus tradiciones pesqueras, como el popular Día de L’Amuravela, en el que se interpreta un peculiar sermón en dialecto local. Un lugar ideal para disfrutar de la esencia costera asturiana y su sabor más auténtico.
2. Somao
Situado a tan solo 20 minutos de Avilés, Somao es un pequeño pueblo rural conocido por su arquitectura indiana, que contrasta con las típicas construcciones asturianas. Este peculiar estilo arquitectónico se debe a los emigrantes que retornaron de América a principios del siglo XX, construyendo imponentes casas señoriales con amplios jardines y detalles de lujo. Pasear por sus calles es un viaje en el tiempo, con ejemplos como la Quinta de Selgas, una de las mansiones más representativas de la época, o la Casa de Don Álvaro Muñiz, con su inconfundible torre y detalles modernistas. Desde el Mirador del Espíritu Santo, se puede disfrutar de impresionantes vistas al valle del Nalón y al mar Cantábrico, convirtiendo a Somao en un lugar ideal para quienes buscan historia, belleza arquitectónica y naturaleza en un solo lugar. Sin duda, un destino que sorprende por su riqueza cultural y paisajística.
3. Pravia
Pravia es un pueblo con gran relevancia histórica, ya que fue la capital del Reino de Asturias en el siglo VIII. Su casco antiguo alberga edificios emblemáticos como la Colegiata de Santa María la Mayor, que destaca por su imponente fachada barroca, y el Palacio de los Moutas, un majestuoso ejemplo de arquitectura civil asturiana. Además, Pravia cuenta con numerosas casas señoriales que reflejan su pasado noble. Más allá de su historia, el entorno natural que lo rodea, con el río Nalón recorriendo sus tierras, convierte a este pueblo en un lugar perfecto para realizar rutas de senderismo o paseos tranquilos. Un punto de interés cercano es el Santuario de la Virgen del Fresno, un lugar de peregrinación desde donde se obtienen vistas panorámicas del valle. Pravia es ideal para quienes buscan combinar patrimonio monumental y naturaleza, en un entorno relajado y auténtico.
4. Candás
Candás es un pequeño y animado pueblo marinero situado en la costa asturiana. Su puerto pesquero, con barcos tradicionales y coloridas barcas, refleja el profundo vínculo del lugar con el mar. El casco histórico de Candás está formado por calles estrechas y empedradas, llenas de casas con balcones de madera, lo que le confiere un aire acogedor y nostálgico. Entre sus atractivos destaca el Museo Antón, dedicado a la obra del escultor local Antonio Rodríguez García, así como el Faro de San Antonio, desde donde se obtienen impresionantes vistas del Cantábrico y del entorno costero. Candás es también famoso por su gastronomía, especialmente por sus platos de pescado y su tradicional bonito a la plancha, que se celebra cada año en la popular Fiesta del Bonito. Ideal para disfrutar de la cultura marinera y del sabor auténtico de la costa asturiana.
5. Luanco
A pocos kilómetros de Candás se encuentra Luanco, otro encantador pueblo costero de gran tradición marinera. Su iglesia de Santa María de Luanco, construida a orillas del mar en el siglo XVIII, es uno de los edificios más fotografiados del pueblo. Pasear por el casco antiguo de Luanco es descubrir calles llenas de historia, casas señoriales y pequeños comercios que aún conservan su esencia de antaño. Además, la playa de Luanco, de aguas tranquilas y arena dorada, es un lugar perfecto para un día de relax, disfrutando del entorno y la brisa marina. En el verano, el pueblo cobra vida con el Festival de la Sardina, un evento que rinde homenaje a la pesca tradicional y que llena las calles de música y del aroma de este plato tan típico. Luanco es un destino ideal para quienes buscan un lugar costero tranquilo, con historia y excelente gastronomía.
6. Soto del Barco
Soto del Barco es un pequeño y tranquilo pueblo situado en la desembocadura del río Nalón. Su principal atractivo es el imponente Palacio de la Magdalena, una mansión señorial construida en el siglo XVIII que destaca por su arquitectura y sus hermosos jardines. Este palacio se ha convertido en un lugar muy solicitado para la celebración de eventos y bodas, gracias a su elegancia y su ubicación privilegiada con vistas al valle. Otro punto de interés es el Puente de La Portilla, un antiguo puente de piedra que cruza el río y ofrece unas vistas encantadoras del paisaje fluvial. Cerca de Soto del Barco, se encuentra la playa de Los Quebrantos, una extensa playa de arena fina, ideal para quienes disfrutan de un entorno natural menos masificado. Soto del Barco combina patrimonio arquitectónico, tranquilidad y naturaleza, haciendo de este pueblo un lugar perfecto para desconectar.
7. San Esteban de Pravia
San Esteban de Pravia es un pequeño pueblo situado en la desembocadura del río Nalón, famoso por su pasado industrial vinculado al comercio marítimo del carbón. Este encanto histórico se refleja en su puerto, que aún conserva las grúas y cargaderos utilizados a principios del siglo XX, otorgándole un aire nostálgico y único. Pasear por el Paseo de los Miradores, que bordea la costa, permite disfrutar de unas vistas espectaculares del estuario y del mar Cantábrico, especialmente al atardecer. Entre sus principales atractivos se encuentra el Cargadero de Mineral, una estructura metálica que se alza como testigo del pasado minero de la zona. San Esteban es un lugar ideal para quienes disfrutan de la mezcla entre patrimonio industrial y paisajes marinos, todo ello en un ambiente tranquilo y auténtico.
8. Muros de Nalón
Muros de Nalón es un encantador pueblo con vistas panorámicas al mar Cantábrico, rodeado de bosques y colinas verdes. Este pequeño rincón asturiano destaca por su arquitectura tradicional, con casas de piedra y tejados de pizarra que se alinean en sus tranquilas calles. Un paseo por el camino costero de La Ruta de los Miradores permite disfrutar de impresionantes vistas al mar, especialmente desde el Mirador del Espíritu Santo, desde donde se puede contemplar la belleza del litoral asturiano. Además, Muros de Nalón cuenta con la hermosa playa del Aguilar, una de las más apreciadas de la zona por su entorno natural y su oleaje moderado, ideal para un día de relax. Este pueblo es perfecto para quienes buscan un entorno rural con paisajes costeros que invitan a desconectar.
9. Salas
Salas es un pueblo de interior que destaca por su arquitectura medieval y su ambiente tranquilo. Situado en el camino de Santiago, Salas ha sido durante siglos un punto de parada para los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. El Castillo de Valdés Salas, con su imponente torre defensiva, y la Colegiata de Santa María la Mayor son sus principales puntos de interés histórico. Además, Salas cuenta con calles empedradas que conservan el encanto de tiempos pasados, así como con pequeñas plazas y casas blasonadas que reflejan su pasado noble. También es conocido por su oferta gastronómica, especialmente por sus tradicionales postres, como los carbayones y las marañuelas. Salas es el lugar ideal para los amantes de la historia y la arquitectura medieval, rodeado de un entorno natural que invita a explorar.
10. Navia
Navia es un encantador pueblo costero situado en la desembocadura del río que lleva su nombre. Con un ambiente tranquilo y lleno de historia, Navia ofrece una combinación perfecta de naturaleza, playa y patrimonio. Su casco antiguo está formado por calles estrechas que conducen a la Iglesia de Santa María de la Barca, un edificio con vistas al mar que domina el centro de la villa. A lo largo del paseo marítimo, se encuentran diversas terrazas y restaurantes que invitan a relajarse y disfrutar de la brisa marina. Navia es también conocida por su oferta cultural, con eventos como las Fiestas de la Virgen de las Nieves y el Descenso a Nado de la Ría de Navia, que atraen a visitantes de todas partes. Este pueblo es ideal para quienes desean disfrutar de un lugar costero con una atmósfera serena y auténtica.
11. Soto de Luiña
Soto de Luiña es un pequeño y acogedor pueblo situado cerca de la costa, rodeado de verdes colinas y a pocos minutos de playas de gran belleza. Este lugar, declarado Conjunto Histórico, destaca por su Iglesia de Santa María, una antigua construcción que data del siglo XVIII, y por sus tradicionales casas de piedra con tejados de pizarra. El pueblo es también conocido por su hospital de peregrinos, que servía de refugio a los viajeros del Camino de Santiago. A pocos kilómetros se encuentra la Playa de San Pedro de la Ribera, un arenal amplio y tranquilo, ideal para disfrutar del mar y del paisaje natural. Soto de Luiña es el lugar perfecto para una escapada relajada, con un ambiente rural y auténtico que refleja la Asturias más tradicional.
12. Luarca
Luarca, conocida como la Villa Blanca de la Costa Verde, es uno de los pueblos más bonitos y pintorescos de Asturias. Su puerto, con barcos pesqueros y pequeñas embarcaciones, está rodeado de casas blancas que trepan por las laderas, creando un paisaje encantador. Entre sus principales atractivos se encuentra el Cementerio de Luarca, situado en lo alto de una colina con vistas al mar, donde se encuentra la tumba del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa. Pasear por el casco antiguo de Luarca permite descubrir plazas acogedoras, como la Plaza Alfonso X el Sabio, así como disfrutar de una rica gastronomía basada en mariscos y pescados frescos. Además, la Playa de Portizuelo y sus formaciones rocosas únicas son perfectas para quienes desean disfrutar de la belleza del paisaje costero. Luarca es ideal para quienes buscan un lugar lleno de historia, tradición y vistas espectaculares.
Descubre los increibles Pueblos Cerca de Avilés
Avilés, con su rica historia y vibrante vida cultural, es un punto de partida ideal para explorar algunos de los pueblos más bonitos de Asturias. Cada uno de los lugares mencionados en este artículo aporta su propio encanto y características únicas, desde los pintorescos pueblos pesqueros de la costa como Cudillero y Luanco, hasta las localidades de interior como Taramundi y Salas, que destacan por su patrimonio y su entorno natural.
Si te apasiona la historia, el arte y la arquitectura, pueblos como Pravia y Salas te sorprenderán con sus monumentos y su ambiente señorial. En cambio, si buscas relajarte frente al mar, Candás, Luanco y Luarca ofrecen paisajes costeros que invitan a disfrutar de la brisa marina y a saborear la auténtica gastronomía asturiana. Además, lugares como Somao y Muros de Nalón permiten adentrarse en el pasado indiano, con sus imponentes casas señoriales que cuentan historias de emigrantes y fortuna.
Estos pueblos cercanos a Avilés son una muestra de la diversidad y belleza que Asturias tiene para ofrecer, combinando tradición, naturaleza y paisajes que dejan huella. Tanto si buscas un paseo relajado por la costa, como una inmersión en la historia asturiana o una escapada a la montaña, cada uno de estos destinos tiene algo especial que ofrecerte. ¡No dudes en explorarlos y descubrir todo lo que esta hermosa región tiene para sorprenderte!
Ubicación Pueblos cerca de Avilés
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