17 Pueblos Bonitos Cerca de Cangas de Onís y sus alrededores
Cangas de Onís, en el corazón de Asturias, es un destino cargado de historia y belleza natural. Este encantador pueblo, conocido por su famoso Puente Romano, fue la primera capital del Reino de Asturias, marcando un hito en la historia de España. Situado a la entrada de los Picos de Europa, Cangas de Onís es también la puerta de acceso a parajes icónicos como Covadonga y sus espectaculares lagos, un lugar que fusiona espiritualidad y naturaleza como pocos.
A los alrededores de Cangas de Onís, se despliegan pequeñas joyas en forma de pueblos, donde la tradición asturiana se mantiene viva entre paisajes de montaña, ríos cristalinos y una arquitectura rural que invita a la calma. Estos pueblos, rodeados de frondosos bosques y prados verdes, son perfectos para quienes buscan desconectar y disfrutar del auténtico carácter asturiano. Además, la cercanía a importantes rutas de senderismo y enclaves naturales hace que esta región sea ideal para amantes de la naturaleza.

1. Covadonga
Hablar de Covadonga es hablar de uno de los lugares más emblemáticos de Asturias y un punto de referencia histórico y espiritual. Este pequeño enclave es conocido por su impresionante Basílica de Santa María la Real, un edificio de estilo neorrománico que se alza majestuoso entre montañas verdes. Muy cerca de la basílica, la Santa Cueva de Covadonga guarda la estatua de la Virgen, considerada la patrona de Asturias y un lugar de peregrinación para miles de devotos.
Además de su importancia religiosa, Covadonga es la puerta de entrada al Parque Nacional de los Picos de Europa y los famosos Lagos de Covadonga: el Lago Enol y el Lago Ercina, rodeados de un entorno natural impresionante. Los visitantes pueden disfrutar de rutas de senderismo que conducen a miradores espectaculares o simplemente pasear por este lugar mágico, lleno de paz y belleza. Este pueblo es una parada obligatoria para quienes visitan Cangas de Onís y quieren sumergirse en la esencia asturiana.
2. Llanes
Llanes, un precioso pueblo costero de Asturias, combina a la perfección el encanto marinero con la majestuosidad de su casco histórico. Este lugar es conocido por sus impresionantes playas, como Torimbia, Cuevas del Mar y Gulpiyuri, una playa interior rodeada de prados que resulta única en el mundo. Pero no solo sus playas destacan; su casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico, está lleno de calles empedradas, casas blasonadas y restos de una muralla medieval que rememoran su pasado histórico.
Uno de los símbolos más destacados de Llanes son los Cubos de la Memoria, una obra de arte moderno ubicada en el puerto, que se ha convertido en un icono del pueblo. Además, su gastronomía, basada en productos del mar y la sidra asturiana, hacen de Llanes un lugar inolvidable tanto para los amantes de la naturaleza como de la buena mesa.
3. Ribadesella
Ribadesella, situada junto al mar Cantábrico, es uno de los destinos más pintorescos y turísticos de Asturias. Este pueblo, famoso por ser el punto final del Descenso Internacional del Sella, está atravesado por el río Sella, que le confiere un encanto especial. Su paseo marítimo, con sus casas de estilo indiano, ofrece unas vistas magníficas al mar y a los acantilados cercanos, ideales para una caminata tranquila.
Entre sus principales atractivos destacan la Cueva de Tito Bustillo, un importante yacimiento de arte rupestre declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y su playa de Santa Marina, perfecta para relajarse. Ribadesella es también conocida por su animado ambiente, especialmente durante la celebración del Descenso del Sella, cuando el pueblo se llena de vida, música y tradición.
4. Cabrales
Cabrales, en pleno corazón de los Picos de Europa, es un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la gastronomía. Este concejo asturiano es mundialmente famoso por el queso de Cabrales, un manjar único con Denominación de Origen Protegida que se elabora artesanalmente en cuevas naturales. Los visitantes pueden aprender más sobre este producto en la Cueva Exposición del Queso Cabrales, ubicada en el pueblo de Arenas de Cabrales, y degustarlo acompañado de sidra local.
Pero Cabrales no solo es gastronomía; es también un paraíso para los senderistas. Desde aquí parten algunas de las rutas más espectaculares de los Picos de Europa, como la famosa Ruta del Cares, un impresionante recorrido entre desfiladeros que conecta Caín y Poncebos. Este pueblo combina la tranquilidad rural con una naturaleza imponente, ofreciendo una experiencia auténticamente asturiana.
5. Bulnes
Escondido entre montañas y accesible solo a pie o en funicular, Bulnes es un pequeño pueblo que parece sacado de un cuento. Este rincón, enclavado en los Picos de Europa, conserva su esencia rural intacta, con casas de piedra y caminos empedrados que nos transportan a otro tiempo. Su aislamiento y su entorno montañoso lo convierten en un lugar único para desconectar del mundo y disfrutar de la tranquilidad.
Uno de los mayores atractivos de Bulnes es su proximidad al imponente Naranjo de Bulnes o Picu Urriellu, un pico icónico para los amantes del montañismo y la escalada. Desde Bulnes, parten rutas que llevan a impresionantes miradores, como el de La Canal del Tejo, donde se pueden admirar las vistas de este impresionante macizo. Si buscas un lugar para conectar con la naturaleza más pura, Bulnes es la elección perfecta.
6. Ponga
Ponga, una joya natural escondida en el interior de Asturias, forma parte del Parque Natural de Ponga, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Este concejo está lleno de paisajes de ensueño, como el Desfiladero de los Beyos, un impresionante cañón labrado por el río Sella, o el mágico Bosque de Peloño, un hayedo centenario perfecto para rutas de senderismo.
Además de su naturaleza, Ponga destaca por su rico patrimonio cultural. Los pueblos de este concejo, como San Juan de Beleño, conservan una arquitectura rural tradicional y una forma de vida tranquila y auténtica. Durante las festividades, los visitantes pueden disfrutar de la música tradicional asturiana y de platos como el pote de berzas o el cordero a la estaca. Ponga es un destino ideal para quienes buscan combinar naturaleza, cultura y tradición.
7. Colunga
Colunga, un encantador pueblo costero de Asturias, destaca por su proximidad al mar Cantábrico y su fuerte conexión con la prehistoria. Uno de sus principales atractivos es el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), un fascinante espacio que narra la historia de los dinosaurios y donde se pueden observar réplicas a gran escala y fósiles auténticos. Además, en las cercanías, las playas como La Griega cuentan con huellas fosilizadas de dinosaurios, una curiosidad que atrae a visitantes de todas las edades.
El casco urbano de Colunga conserva su aire tradicional, con casas de piedra y balcones floridos que invitan a pasear tranquilamente. Además, la gastronomía local, basada en productos frescos del mar y recetas típicas como el arroz con bugre (bogavante), hacen de este pueblo un lugar ideal para disfrutar de los sabores asturianos. Colunga combina a la perfección naturaleza, historia y tradición.
8. Lastres
Lastres, conocido como uno de los pueblos más bonitos de España, es un destino que enamora con sus vistas al mar y su arquitectura marinera. Este pintoresco pueblo, ubicado en la costa de Asturias, se caracteriza por sus casas blancas con tejados rojizos que descienden en terrazas hacia el puerto pesquero. Desde el mirador de San Roque, se puede admirar una panorámica impresionante del pueblo, la costa y las montañas.
El casco antiguo de Lastres es ideal para perderse entre sus calles empedradas y descubrir lugares como la Iglesia de Santa María de Sábada, un precioso ejemplo de arquitectura barroca. Los amantes de la televisión reconocerán el pueblo como el escenario de la serie «Doctor Mateo», lo que le añade un atractivo cultural adicional. Con su combinación de historia, cultura y mar, Lastres es un lugar inolvidable.
9. Villaviciosa
Villaviciosa, conocida como la capital de la sidra asturiana, es un destino imprescindible para los amantes de esta bebida típica. Rodeada de verdes valles y extensos manzanos, este pueblo alberga numerosas sidrerías donde los visitantes pueden degustar sidra recién escanciada y aprender sobre el proceso de elaboración de esta tradición asturiana.
Además de su relación con la sidra, Villaviciosa tiene un rico patrimonio histórico. Su casco antiguo incluye edificios emblemáticos como la Iglesia de Santa María de la Oliva, un excelente ejemplo del románico asturiano. Muy cerca, la Ría de Villaviciosa, una reserva natural protegida, es un paraíso para los amantes de las aves y la tranquilidad. Este pueblo ofrece una experiencia completa, combinando cultura, naturaleza y gastronomía.
10. Onís
El concejo de Onís, vecino de Cangas de Onís, es un destino que combina tradición, historia y naturaleza en un entorno privilegiado. Su capital, Benia de Onís, es un pequeño pueblo lleno de encanto rural y tranquilidad, ideal para desconectar del bullicio. Uno de los grandes tesoros de Onís es su queso Gamoneu, considerado uno de los mejores quesos de Asturias por su sabor único y su método de elaboración artesanal. Los amantes de la gastronomía no pueden dejar de probarlo en las queserías locales o durante la Fiesta del Gamonéu, que se celebra cada año.
En cuanto a naturaleza, Onís es la puerta de entrada a rutas como la que conduce al Valle de Güeña, un rincón perfecto para disfrutar de paisajes montañosos y frondosos bosques. Este concejo es un ejemplo de la auténtica vida rural asturiana, donde la hospitalidad de sus habitantes y el ritmo pausado hacen que cada visita sea inolvidable.
11. Tazones
Tazones, un pequeño puerto pesquero en el concejo de Villaviciosa, es uno de los pueblos más pintorescos de la costa asturiana. Este encantador pueblo es famoso por su relación histórica con el rey Carlos V, quien desembarcó aquí en 1517, marcando su primera llegada a España. Sus calles empedradas y casas de colores convierten a Tazones en un lugar de postal, perfecto para pasear y disfrutar del ambiente marinero.
La gastronomía es uno de los grandes atractivos de Tazones. Sus restaurantes especializados en mariscos y pescados frescos atraen a visitantes que desean degustar platos como la caldereta de pescado o los percebes. Además, las vistas desde el puerto y los miradores cercanos ofrecen imágenes espectaculares del Cantábrico, especialmente al atardecer. Este pueblo es una parada obligatoria para quienes buscan una experiencia marinera auténtica.
12. Soto de Cangas
Soto de Cangas, ubicado a pocos minutos de Cangas de Onís, es un pequeño pueblo que destaca por su proximidad a lugares emblemáticos como Covadonga y los Picos de Europa. Este rincón tranquilo es ideal como base para explorar la región, ofreciendo una combinación perfecta de naturaleza, historia y actividades al aire libre.
En Soto de Cangas, los visitantes pueden disfrutar de agradables paseos junto al río Güeña, rodeados de verdes paisajes que invitan al relax. Además, este pueblo cuenta con acogedores alojamientos rurales y sidrerías donde degustar platos típicos de la región, como la fabada o los cachopos. Su ambiente sereno y su estratégica ubicación lo convierten en una joya escondida para quienes desean conocer el entorno de Cangas de Onís en profundidad.
13. Peñamellera Alta
Peñamellera Alta es un concejo asturiano que destaca por su impresionante entorno natural, donde las montañas de los Picos de Europa se mezclan con verdes valles y ríos cristalinos. Su capital, Alles, es un pequeño pueblo lleno de encanto rural, con casas tradicionales y una tranquilidad que invita a desconectar. Desde aquí, se puede acceder al Mirador de la Collada, un punto estratégico que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares del concejo y los picos circundantes.
Además de sus paisajes, Peñamellera Alta es conocida por su rica gastronomía. Entre sus platos más destacados se encuentran los elaborados con trucha y salmón, que abundan en el río Cares, y los quesos artesanales, como el Queso Picón Bejes-Tresviso, que forman parte de la identidad culinaria de la región. Este rincón es ideal para quienes buscan perderse en la naturaleza más auténtica y disfrutar de la hospitalidad asturiana.
14. Amieva
Amieva, otro tesoro cercano a Cangas de Onís, es un concejo que sorprende por la belleza de sus paisajes y su tranquilidad. Sus pequeños pueblos, como Sames, son auténticos ejemplos de la arquitectura tradicional asturiana, con hórreos y casas de piedra que se integran perfectamente en el entorno natural. Desde Amieva, parten rutas de senderismo tan emblemáticas como la Ruta del Beyu Pen, un recorrido mágico que combina naturaleza y leyendas locales.
Además, Amieva es conocido por sus tradiciones culinarias. El cordero a la estaca, asado lentamente al fuego, es uno de los platos más representativos de la zona, y muchas de las aldeas organizan fiestas gastronómicas en torno a esta delicia. Este lugar es perfecto para quienes desean adentrarse en una Asturias más tranquila y auténtica.
15. Caravia
Caravia, situado entre el mar Cantábrico y la sierra del Sueve, es un pequeño pueblo que combina la serenidad del campo con la belleza del litoral asturiano. Sus playas, como la Playa de La Espasa, son ideales para disfrutar del mar y de impresionantes vistas a las montañas cercanas. Este rincón es también muy popular entre los amantes del surf y otras actividades acuáticas.
El pueblo cuenta con un casco histórico sencillo pero acogedor, donde destacan las casas de arquitectura indiana, un testimonio de aquellos asturianos que emigraron a América y luego regresaron a su tierra natal. Además, desde Caravia parten rutas como la Senda Costera del Fitu, que atraviesa paisajes espectaculares y conecta con el famoso mirador del mismo nombre. Este destino es ideal para quienes buscan la combinación perfecta de playa, montaña y tranquilidad.
16. Cangas de Narcea
Cangas de Narcea es un destino único en Asturias, conocido por su profundo vínculo con la viticultura y su espectacular entorno natural. Este pueblo, rodeado de verdes montañas y ríos cristalinos, alberga uno de los viñedos más antiguos de España, donde se produce el famoso vino de Cangas, que cuenta con una denominación de origen protegida. Las visitas a las bodegas locales son una experiencia imprescindible para los amantes del vino.
Además, Cangas de Narcea cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural. Su casco antiguo está lleno de encanto, con calles estrechas y empedradas que conducen a monumentos como la Basílica de Santa María Magdalena y el Monasterio de Corias, también conocido como el «El Escorial asturiano». Este monasterio, convertido en parador, es una maravilla arquitectónica rodeada de naturaleza. Cangas de Narcea es un lugar perfecto para disfrutar de la calma y la belleza de la Asturias más auténtica.
17. Pravia
Pravia, situado en el corazón de Asturias, combina historia, naturaleza y tradición en un entorno que cautiva a todo visitante. Este pueblo fue una importante capital del reino asturiano durante el siglo VIII, y su legado histórico se refleja en monumentos como la Colegiata de Santa María la Mayor y el Palacio de Moutas, que destacan por su arquitectura señorial.
Pravia es también un lugar ideal para disfrutar de la gastronomía asturiana, con platos típicos como el pote de berzas o el arroz con leche, que los restaurantes locales elaboran con maestría. Además, su proximidad al río Narcea lo convierte en un destino perfecto para los aficionados a la pesca y para quienes disfrutan de paseos tranquilos junto al agua. Pravia ofrece una experiencia completa para los que buscan un equilibrio entre cultura y naturaleza.
Descubre los Encantadores Pueblos Cerca de Cangas de Onís
Cangas de Onís, con su rica historia y su entorno privilegiado, es el punto de partida ideal para explorar algunos de los pueblos más bonitos de Asturias. Desde los rincones costeros como Llanes, Lastres y Cudillero, que deslumbran con su atmósfera marinera y paisajes únicos, hasta joyas de montaña como Bulnes, Onís o Amieva, cada localidad ofrece algo especial para el viajero.
Estos pueblos no solo destacan por su belleza, sino también por su capacidad de transportar a los visitantes a un mundo donde la tradición, la naturaleza y la gastronomía se entrelazan. Enclaves como Covadonga y Peñamellera Alta son perfectos para los amantes de la espiritualidad y la tranquilidad, mientras que lugares como Villaviciosa y Nava permiten adentrarse en la cultura asturiana a través de la sidra y los productos locales.
Ya sea disfrutando de las playas, explorando senderos en los Picos de Europa o deleitándose con platos típicos en acogedoras sidrerías, esta región tiene algo que ofrecer para todos los gustos. Los pueblos cercanos a Cangas de Onís son más que destinos turísticos: son una invitación a vivir la autenticidad y el encanto de Asturias en su máxima expresión.
Ubicación Pueblos cerca de Cangas de Onís
Otros articulos que te pueden interesar
Qué ver en Valdoviño y alrededores
Qué ver en Valdoviño y sus alrededoresValdoviño, en la provincia de A Coruña, es un destino que...
Donde comer en Ribadeo Bueno y Barato
Donde comer en Ribadeo bueno y baratoRibadeo, en la costa lucense de Galicia, es un lugar que...
Qué ver en Lalín y sus alrededores
Qué ver en Lalín y sus alrededoresUbicado en pleno corazón de Galicia, Lalín es un destino que...