10 Pueblos bonitos cerca de Guadalest

Guadalest, reconocido como uno de los pueblos más pintorescos y visitados de la Comunidad Valenciana, es un lugar donde la historia se funde con el encanto natural y el carácter mediterráneo. Este pequeño pueblo alicantino, enclavado en plena montaña y rodeado de un entorno natural impresionante, es famoso por su castillo medieval, sus vistas panorámicas y su hermoso embalse de aguas turquesas. Caminar por sus callejones estrechos y empedrados es como viajar al pasado, descubriendo rincones llenos de historia y encanto.

Pero Guadalest no está solo en cuanto a belleza en esta región; en sus alrededores se encuentran otros pueblos que, al igual que él, ofrecen una mezcla única de patrimonio cultural, naturaleza y autenticidad. 

Polop es un encantador pueblo rodeado de montañas y famoso por su impresionante casco antiguo, que invita a pasear y explorar su rica historia. En el corazón del pueblo se encuentra la Plaza de los Chorros, una fuente con 221 caños que brotan constantemente y es uno de sus lugares más visitados. Este espacio emblemático no solo destaca por su belleza, sino que también proporciona una atmósfera relajante y pintoresca.

El casco histórico de Polop está coronado por los restos de un antiguo castillo, desde donde se pueden disfrutar de vistas panorámicas de los valles y montañas circundantes. Además, el entorno natural que rodea el pueblo es perfecto para quienes buscan practicar senderismo y conectarse con la naturaleza en su estado más puro. Con su mezcla de historia, cultura y belleza paisajística, Polop es una parada imprescindible para los viajeros que buscan tranquilidad y autenticidad en un entorno espectacular.

Altea, conocido por ser uno de los pueblos más hermosos de la Costa Blanca, cautiva a sus visitantes con su casco antiguo de calles blancas y empedradas que suben hacia la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, cuya cúpula azul se ha convertido en un icono de la región. Caminar por las callejuelas de Altea es una experiencia mágica, con rincones llenos de encanto, tiendas de artesanía y vistas al mar Mediterráneo.

Este pintoresco pueblo es también un centro artístico y cultural, lleno de galerías de arte, talleres y eventos que celebran la creatividad y el espíritu mediterráneo. Además, sus playas y calas de aguas cristalinas son ideales para disfrutar del mar y el sol en un ambiente más relajado y alejado del bullicio turístico. 

Callosa d’en Sarrià es un destino especial para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad, conocido principalmente por las Fuentes del Algar, un impresionante paraje natural formado por una serie de cascadas y piscinas naturales de aguas cristalinas. Este entorno, protegido y cuidado por la comunidad local, ofrece un espacio ideal para relajarse y disfrutar de la belleza del agua en un entorno único.

Más allá de las fuentes, Callosa d’en Sarrià cuenta con un casco histórico encantador, con calles estrechas y plazas tradicionales que reflejan el carácter de la región. La iglesia de San Juan Bautista, situada en el centro del pueblo, es otro de los atractivos de esta localidad, así como las rutas de senderismo que conectan con el entorno natural circundante. 

Benimantell es un pintoresco pueblo de montaña que destaca por su tranquilidad y su ubicación privilegiada en el valle de Guadalest, rodeado de colinas y valles verdes que ofrecen paisajes impresionantes. Este encantador rincón es conocido por su entorno rural y su ambiente acogedor, lo que lo convierte en un lugar perfecto para desconectar del ajetreo diario y disfrutar de la naturaleza.

Uno de los atractivos principales de Benimantell es su oferta gastronómica, con varios restaurantes que sirven platos tradicionales de la zona, como el arroz con conejo y caracoles, preparados con ingredientes locales. Además, el pueblo cuenta con varios senderos que conducen a miradores naturales y ofrecen vistas espectaculares del valle. Benimantell es, sin duda, una parada obligada para quienes desean experimentar la vida rural y disfrutar de un ambiente sereno y auténtico en plena Comunidad Valenciana.

Finestrat combina lo mejor de dos mundos: un encantador casco antiguo situado en la montaña y una zona costera en la famosa Cala de Finestrat. En su casco histórico, se pueden admirar calles estrechas y casas de colores que se alzan en la ladera del monte Puig Campana, ofreciendo vistas panorámicas que alcanzan hasta el mar Mediterráneo.

El pueblo es ideal para los amantes del senderismo y el montañismo, ya que desde Finestrat se pueden emprender rutas hacia el Puig Campana, una de las montañas más icónicas de la provincia de Alicante. Además, la Cala de Finestrat ofrece una opción de playa en un entorno tranquilo, lo que permite a los visitantes disfrutar tanto del mar como de la montaña. Esta combinación de paisajes hace de Finestrat un destino perfecto para quienes buscan variedad y aventura en su visita.

Sella es un pequeño y encantador pueblo de montaña que invita a los visitantes a explorar su rica herencia cultural y sus paisajes naturales. Situado entre colinas y rodeado de verdes montañas, Sella es conocido por sus rutas de senderismo y escalada, especialmente en la Sierra de Aitana, que es muy popular entre los aficionados a estas actividades.

El casco antiguo de Sella está lleno de encanto, con calles empedradas y casas tradicionales que reflejan el estilo de vida rural de la zona. La iglesia parroquial de Santa Ana y el lavadero público, situados en el centro del pueblo, son algunos de los puntos de interés que no deben pasarse por alto. 

Castell de Castells es un tranquilo pueblo de montaña que fascina a quienes buscan un destino con un profundo sentido histórico y arqueológico. Rodeado por el Valle de Pop, este pueblo alberga uno de los yacimientos de arte rupestre más importantes de la región, la Cueva de los Arcos, que muestra pinturas prehistóricas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Este atractivo hace de Castell de Castells un lugar único, ideal para quienes están interesados en la historia antigua y la naturaleza.

El pueblo cuenta con un encantador casco antiguo de calles estrechas y empedradas, donde los visitantes pueden disfrutar de un ambiente tranquilo y pintoresco. Además, Castell de Castells es un excelente punto de partida para realizar rutas de senderismo que recorren el valle y ofrecen impresionantes vistas panorámicas de las montañas. 

Bolulla es un pequeño y encantador pueblo de la montaña alicantina que destaca por su hermoso paisaje y su proximidad a parajes naturales como el Barranco de Bolulla y el Salto de la Dona, dos espectaculares cascadas rodeadas de una vegetación exuberante. Este entorno natural convierte a Bolulla en un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, quienes pueden disfrutar de senderos que bordean el río y ofrecen paisajes únicos.

El pueblo también cuenta con un centro histórico acogedor, donde se puede pasear tranquilamente y descubrir su arquitectura tradicional y su iglesia de San José. Bolulla ofrece una experiencia auténtica, en un entorno rural y natural que permite a los visitantes desconectar y disfrutar de la tranquilidad y belleza de la Comunidad Valenciana.

Tárbena es un encantador pueblo que combina influencias valencianas y mallorquinas, resultado de la repoblación que se llevó a cabo siglos atrás. Este pintoresco lugar se distingue por su arquitectura tradicional y su entorno montañoso, que lo convierten en un destino perfecto para quienes buscan un ambiente tranquilo y auténtico. Uno de sus principales atractivos es su oferta gastronómica, especialmente sus embutidos y el plato típico conocido como «sobrasada».

Además, el entorno natural de Tárbena es ideal para el senderismo y otras actividades al aire libre, con rutas que recorren las montañas cercanas y ofrecen vistas impresionantes de los valles. Su combinación de historia, tradición y naturaleza lo hace un lugar ideal para aquellos que desean sumergirse en el encanto de la vida rural alicantina.

Beniardá es un pequeño y encantador pueblo ubicado a orillas del embalse de Guadalest, lo que le confiere un atractivo especial y unas vistas únicas sobre el agua y las montañas circundantes. Este pueblo, rodeado de naturaleza, ofrece una experiencia de tranquilidad y contacto con el entorno, siendo un lugar perfecto para quienes buscan desconectar y disfrutar de actividades al aire libre. Sus alrededores cuentan con rutas de senderismo que permiten explorar el paisaje montañoso y descubrir miradores que ofrecen vistas panorámicas del embalse.

El casco urbano de Beniardá destaca por su sencillez y autenticidad, con casas tradicionales de colores claros que conservan el encanto del pasado.