15 Pueblos Bonitos Cerca de Navalmoral de la Mata que merecen la pena visitar
Navalmoral de la Mata, enclavada en el corazón de la provincia de Cáceres, es una localidad que combina historia, tradición y un entorno natural privilegiado. Esta encantadora villa, ubicada en una de las regiones más bellas de Extremadura, se convierte en el punto de partida perfecto para descubrir pueblos llenos de magia que destacan por su arquitectura, paisajes y hospitalidad. Rodeada por parajes como el Parque Nacional de Monfragüe, y con una rica herencia cultural, Navalmoral es el lugar ideal para explorar el encanto de la vida rural.
Desde pueblos con un profundo legado histórico hasta rincones rodeados de naturaleza virgen, los alrededores de Navalmoral son un tesoro por descubrir. En esta región, los viajeros pueden disfrutar de antiguos castillos, plazas empedradas, iglesias centenarias y una gastronomía que seduce a todos los paladares.

1. Guadalupe
Situado en la comarca de Las Villuercas, Guadalupe es un pueblo que destaca por su impresionante Monasterio de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este majestuoso edificio, con su rica mezcla de estilos gótico, mudéjar, renacentista y barroco, es uno de los destinos más emblemáticos de Extremadura. Pasear por las calles de Guadalupe es como retroceder en el tiempo, con su casco histórico lleno de casas blancas con balcones floridos y calles empedradas que irradian encanto.
Además de su patrimonio arquitectónico, Guadalupe es ideal para quienes buscan tranquilidad y una conexión con la naturaleza. Los alrededores del pueblo ofrecen rutas de senderismo por parajes como la Sierra de las Villuercas, donde se pueden disfrutar de vistas espectaculares y una biodiversidad única. Su gastronomía, basada en productos locales como el cabrito y los quesos, también es un gran atractivo.
2. Jarandilla de la Vera
En pleno corazón de la comarca de La Vera, Jarandilla de la Vera combina un entorno natural privilegiado con un rico patrimonio histórico. Uno de sus grandes atractivos es el Parador de Turismo, situado en un castillo-palacio renacentista que fue residencia del emperador Carlos V durante su retiro. Este edificio, rodeado de hermosos jardines y vistas impresionantes, transporta a los visitantes a otra época.
Jarandilla es famosa por sus pintorescas calles y sus gargantas naturales, como la Garganta de Jaranda, que se convierten en un paraíso para los amantes del senderismo y el baño en piscinas naturales. La localidad también celebra cada año las Fiestas de los Escobazos, una tradición única que combina historia y folclore. En Jarandilla, el visitante encontrará la combinación perfecta de naturaleza, cultura y tradiciones vivas.
3. Trujillo
Trujillo, una de las ciudades más históricas y monumentales de Extremadura, se alza majestuosa en una colina cercana. Su Plaza Mayor, rodeada de palacios renacentistas y dominada por la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, es una de las más bellas de España. Este pueblo es un museo al aire libre, con su imponente castillo de origen árabe, sus iglesias medievales y sus casas señoriales.
El casco antiguo, de calles estrechas y empedradas, está lleno de sorpresas, desde pequeños patios hasta miradores con vistas espectaculares de la dehesa extremeña. Además, Trujillo es conocido por su rica gastronomía, especialmente por su famoso queso y sus vinos. Un paseo por Trujillo es una experiencia que combina historia, arte y sabores únicos.
4. Plasencia
Conocida como la «Perla del Valle del Jerte», Plasencia es una ciudad histórica que combina una rica herencia cultural con un entorno natural espectacular. Su casco antiguo está rodeado por impresionantes murallas medievales y cuenta con joyas arquitectónicas como la Catedral Nueva y Vieja, un conjunto único que mezcla los estilos románico y renacentista.
El ambiente de Plasencia es vibrante, con su animada Plaza Mayor como punto de encuentro, rodeada de bares y restaurantes donde se pueden degustar platos típicos como el cochifrito o las cerezas del Valle del Jerte.
5. Garganta la Olla
En pleno corazón de la comarca de La Vera, Garganta la Olla es un pequeño pueblo que parece sacado de un cuento. Sus calles empedradas están flanqueadas por casas tradicionales de madera y adobe, muchas de ellas adornadas con flores que le otorgan un encanto único. Uno de sus puntos más icónicos es la Casa de las Muñecas, un ejemplo de la arquitectura popular de la región.
Este lugar destaca por su entorno natural privilegiado, rodeado de gargantas y cascadas cristalinas como la Garganta Mayor, ideal para disfrutar de un día en contacto con la naturaleza. En el plano cultural, sus tradiciones se reflejan en las fiestas y la gastronomía local, con platos como las migas extremeñas y el pimentón de La Vera, un producto con denominación de origen que no puedes dejar de probar.
6. Cañamero
Situado en la comarca de Las Villuercas, Cañamero es un pueblo que enamora por su entorno natural y su rica tradición vinícola. Este municipio es conocido por su producción de vinos amparados por la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes del enoturismo.
Cañamero está rodeado de paisajes espectaculares, como el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, donde se pueden explorar formaciones geológicas únicas y rutas de senderismo como la del Embalse de Cañamero.
7. Hervás
Ubicado en el extremo norte de Extremadura, Hervás es un pueblo que destaca por su impresionante Barrio Judío, uno de los mejor conservados de España. Este entramado de calles estrechas, casas de adobe y madera y patios llenos de vida transporta a los visitantes a la época medieval. El recorrido por sus callejuelas ofrece una experiencia única para conocer la historia y la cultura sefardí.
Hervás también es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, ya que se encuentra en el Valle del Ambroz, un entorno perfecto para realizar rutas de senderismo o disfrutar de la belleza de los bosques de castaños y robles. Su oferta gastronómica es otro de sus puntos fuertes, con platos como el calderillo extremeño y postres elaborados con cerezas de la región.
8. Robledillo de Gata
En la Sierra de Gata, Robledillo de Gata se presenta como un rincón pintoresco rodeado de naturaleza y tranquilidad. Este pueblo destaca por su arquitectura tradicional, con casas de piedra y madera dispuestas en pendientes que parecen integrarse perfectamente con el paisaje. Entre sus principales atractivos se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el Museo del Aceite, que rinde homenaje a una de las tradiciones más importantes de la comarca.
La belleza de Robledillo no solo reside en su casco urbano, sino también en su entorno natural, con rutas que llevan a cascadas y pozas ideales para el baño. Este destino es perfecto para quienes buscan desconectar y disfrutar de la esencia más auténtica de Extremadura.
9. Valverde de la Vera
En la comarca de La Vera, Valverde de la Vera es un pueblo que sorprende por su singularidad y encanto. Su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, conserva su trazado medieval con calles empedradas y casas de arquitectura tradicional. Uno de los elementos más característicos del pueblo son las regueras, pequeños canales de agua que atraviesan las calles y le otorgan un aire único.
Entre sus monumentos más destacados se encuentra la Iglesia de Santa María de Fuentes Claras, de estilo gótico, y el Castillo de los Condes, que domina el paisaje. Valverde de la Vera es también conocido por su famosa Fiesta de los Empalaos, una tradición única que atrae a visitantes de todas partes.
10. Villanueva de la Vera
Situado en la comarca de La Vera, Villanueva de la Vera es conocido por su arquitectura tradicional y su riqueza natural. Este encantador pueblo, con sus calles empedradas y casas adornadas con balcones de madera, ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Entre sus monumentos destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, un ejemplo del estilo gótico rural.
Villanueva también es famosa por su entorno natural, con gargantas y cascadas como la Garganta de Gualtaminos, ideales para los amantes del senderismo y los baños en aguas cristalinas. Además, la localidad celebra cada año el Carnaval de los Peropalos, una fiesta de gran arraigo cultural que combina tradición y colorido, haciendo de este lugar una parada obligada en cualquier ruta por la región.
11. Baños de Montemayor
En las estribaciones de la Sierra de Béjar, Baños de Montemayor es un destino conocido por sus aguas termales. Este pintoresco pueblo cuenta con unos baños termales de origen romano que aún hoy son una gran atracción para quienes buscan relajarse y cuidar su salud. El Balneario de Baños de Montemayor, ubicado en un edificio histórico, ofrece una experiencia única para disfrutar de tratamientos basados en las propiedades curativas de sus aguas.
Además de su oferta termal, Baños de Montemayor tiene un casco antiguo encantador, con calles empedradas y monumentos como la Iglesia de Santa Catalina. Rodeado de montañas y bosques, este pueblo es también ideal para realizar rutas de senderismo, como las que atraviesan la antigua Vía de la Plata, un vestigio del pasado romano que conecta cultura e historia.
12. Montehermoso
Montehermoso, situado en el corazón de Extremadura, es un pueblo conocido por su rica tradición artesanal, especialmente por la elaboración del famoso sombrero montehermoseño, un símbolo de identidad cultural. Sus calles ofrecen un ambiente acogedor, donde se puede visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un bello edificio gótico que domina el casco urbano.
13. Cuacos de Yuste
Enclavado en la comarca de La Vera, Cuacos de Yuste es conocido por su impresionante patrimonio histórico y su conexión con el emperador Carlos V, quien pasó los últimos días de su vida en el Monasterio de Yuste. Este monasterio, declarado Patrimonio Europeo, es una joya arquitectónica rodeada de jardines y tranquilidad, ideal para quienes buscan un ambiente lleno de paz y belleza.
El pueblo, con sus calles empedradas y casas de arquitectura tradicional, ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Además, Cuacos cuenta con rincones únicos como la Plaza de España y el Cementerio Alemán, un lugar cargado de historia. Su entorno natural, con gargantas y bosques, es perfecto para actividades al aire libre, haciendo de este pueblo una parada imprescindible.
14. Malpartida de Plasencia
Malpartida de Plasencia, a pocos kilómetros de Plasencia, es un lugar donde la naturaleza y la historia se entrelazan. Uno de sus grandes atractivos es el Parque Nacional de Monfragüe, cuya entrada principal se encuentra en las inmediaciones del pueblo. Este espacio protegido es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con rutas de senderismo, miradores y una rica biodiversidad que incluye especies como el buitre negro y el águila imperial.
El pueblo también ofrece interesantes monumentos como la Iglesia de San Juan Bautista y el Museo Vostell Malpartida, dedicado al arte contemporáneo y ubicado en un antiguo lavadero de lana. Malpartida de Plasencia es ideal para quienes desean combinar turismo cultural y natural en un entorno único.
15. Tornavacas
Situado en el extremo norte del Valle del Jerte, Tornavacas es un pueblo que enamora por sus paisajes espectaculares y su ambiente auténtico. Este rincón, rodeado de montañas y cerezos, es famoso por su papel en la Ruta de Carlos V, que recrea el recorrido histórico del emperador en su camino al Monasterio de Yuste.
El casco urbano de Tornavacas conserva la esencia tradicional de la región, con casas de piedra y calles estrechas que invitan a pasear. Además, su entorno natural es ideal para rutas de senderismo y actividades al aire libre, con parajes como el Puerto de Tornavacas, que ofrece vistas impresionantes del valle.
Descubre los Encantadores Pueblos Cerca de Navalmoral de la Mata
Explorar los alrededores de Navalmoral de la Mata es una experiencia que combina historia, naturaleza y tradiciones únicas. Desde joyas monumentales como Guadalupe y Trujillo, hasta enclaves naturales como Garganta la Olla y Tornavacas, cada pueblo ofrece algo especial para los viajeros que buscan desconectar del bullicio y sumergirse en la auténtica esencia de Extremadura.
Estos quince pueblos bonitos no solo destacan por su belleza, sino también por su capacidad para contar historias a través de sus calles empedradas, monumentos centenarios y paisajes que parecen sacados de un cuadro. Además, su proximidad a parajes naturales como el Parque Nacional de Monfragüe o el Valle del Jerte los convierten en destinos perfectos para quienes buscan el equilibrio entre cultura y aventura al aire libre.
Visitar esta región es más que un viaje, es una oportunidad para conectar con la historia, la naturaleza y la hospitalidad de los pueblos extremeños. Tanto si decides perderte en el casco antiguo de Plasencia, disfrutar de los vinos de Cañamero o explorar las gargantas de La Vera, estos destinos prometen momentos inolvidables. No dudes en planear una ruta que te permita disfrutar de lo mejor que ofrece esta tierra única.
Ubicación de los Pueblos bonitos cercanos de Navalmoral de la Mata
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