12 Pueblos Bonitos Cerca de Santillana del Mar

Santillana del Mar es una de las joyas más representativas de Cantabria, una región donde el encanto de la naturaleza se entrelaza con una rica historia. Este pueblo, famoso por su arquitectura medieval y la impresionante Colegiata de Santa Juliana, se ha convertido en un destino imprescindible para quienes buscan adentrarse en la esencia de la España rural. Sus calles empedradas, flanqueadas por casonas blasonadas, crean un ambiente que transporta a épocas pasadas, haciendo de cada paseo una experiencia inolvidable.

Pero más allá de su indudable atractivo, Santillana del Mar está rodeada de otros pueblos cautivadores que conservan intacta su autenticidad. En sus alrededores, encontrarás localidades que combinan tradiciones milenarias, paisajes espectaculares y una hospitalidad característica de esta tierra. 

Comillas es uno de los destinos más emblemáticos de Cantabria, conocido por su extraordinaria mezcla de patrimonio histórico, cultural y artístico. Este pueblo costero destaca por ser el hogar de la magnífica obra modernista El Capricho de Gaudí, una construcción única diseñada por el célebre arquitecto catalán. Pero el atractivo de Comillas no se limita a este edificio; el Palacio de Sobrellano, con su estilo neogótico, y la Universidad Pontificia, imponente y llena de historia, son otros de los lugares que no puedes dejar de visitar.

El casco histórico de Comillas es perfecto para perderse entre sus calles, que ofrecen vistas de hermosas casas señoriales y edificios decorados con detalles artísticos. Además, su cercanía al mar Cantábrico brinda la oportunidad de disfrutar de playas como la de Comillas, ideal para relajarse o dar largos paseos. Este pueblo, donde se respira historia y belleza en cada rincón, es una parada imprescindible para los amantes del arte y la arquitectura.

Situado en la costa cántabra, Suances combina a la perfección su esencia de villa marinera con su carácter turístico, lo que lo convierte en un destino encantador para cualquier visitante. Este pueblo es conocido por sus impresionantes playas, como la de Los Locos, un lugar muy popular entre los surfistas, y la playa de La Concha, ideal para familias y amantes del mar.

El encanto de Suances radica también en su ambiente relajado y en sus miradores naturales, como el de La Cuba, desde donde se pueden apreciar vistas espectaculares del litoral cantábrico. Su casco antiguo, con pequeñas calles que reflejan la tradición marinera, está salpicado de restaurantes donde degustar los mejores platos de pescado y marisco fresco. 

En el interior de Cantabria, rodeado de verdes montañas y paisajes idílicos, se encuentra Santibáñez de Villacarriedo, un lugar que destaca por su tranquilidad y por ser un ejemplo perfecto del encanto rural cántabro. Este pequeño pueblo es conocido por albergar el majestuoso Palacio de Soñanes, una obra maestra de la arquitectura barroca que domina el paisaje y que, hoy en día, funciona como hotel.

Además de su patrimonio arquitectónico, este pueblo invita a los visitantes a disfrutar de una experiencia relajante entre sus calles y alrededores, donde se respira el aire puro del campo. Santibáñez de Villacarriedo es también una puerta de entrada a los Valles Pasiegos, una de las regiones más auténticas de Cantabria, conocida por su tradición ganadera y sus productos artesanales, como los deliciosos sobaos y quesadas.

Considerado uno de los pueblos más antiguos y mejor conservados de Cantabria, Bárcena Mayor es una verdadera joya enclavada en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya. Este pequeño pueblo, con sus casas tradicionales de piedra y madera, ofrece un viaje al pasado, manteniendo intacta la esencia de la arquitectura montañesa. Caminar por sus estrechas calles empedradas es una experiencia que transporta a tiempos remotos, donde la vida rural se desarrolla con serenidad y autenticidad.

Rodeado de un entorno natural espectacular, Bárcena Mayor es un punto de partida ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Desde aquí parten varias rutas que recorren los bosques de hayas y robles del parque natural. Además, no puedes irte sin probar la gastronomía local, donde platos como el cocido montañés destacan por su sabor casero y auténtico.

Conocido por sus leyendas y su ambiente pintoresco, Liérganes es uno de los pueblos más cautivadores de Cantabria. Este lugar es famoso por la leyenda del Hombre Pez, una historia que se ha transmitido de generación en generación y que hoy en día forma parte del imaginario popular del pueblo. Uno de los atractivos principales es el Puente Mayor, una construcción del siglo XVII que se alza sobre el río Miera, ofreciendo un paisaje digno de postal.

El casco histórico de Liérganes, declarado Conjunto Histórico-Artístico, está lleno de encanto, con casonas solariegas y pequeños comercios que invitan a recorrerlo con calma. También destaca el Balneario de Liérganes, un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de los beneficios de sus aguas termales. Este pueblo combina naturaleza, historia y misterio, convirtiéndolo en un destino inolvidable.

San Vicente de la Barquera es uno de los pueblos costeros más icónicos de Cantabria, donde la tradición pesquera se fusiona con un paisaje natural único. Este pueblo destaca por su impresionante Puente de la Maza, un símbolo de la localidad que conecta las dos orillas de la ría y ofrece vistas panorámicas de ensueño.

En el casco antiguo, encontrarás monumentos como la Iglesia de Santa María de los Ángeles y el Castillo del Rey, que reflejan la rica historia de la villa. Además, su entorno natural es espectacular, con playas como El Tostadero y Merón, perfectas para disfrutar del mar y el paisaje. San Vicente de la Barquera también es una parada importante en el Camino de Santiago, añadiendo un toque de espiritualidad y tradición a este lugar lleno de vida.

Castro Urdiales, ubicado en la costa oriental de Cantabria, es un encantador pueblo marinero que combina a la perfección historia, arquitectura y belleza costera. Su principal emblema es la imponente Iglesia de Santa María de la Asunción, una joya del gótico cantábrico que domina el paisaje con su majestuosa estructura. Junto a ella se encuentra el Castillo Faro de Santa Ana, que ofrece unas vistas espectaculares del puerto y el mar Cantábrico.

El casco antiguo de Castro Urdiales está repleto de calles con ambiente pesquero, perfectas para pasear y disfrutar de su animada vida local. También es ideal para los amantes de la gastronomía, con restaurantes que sirven pescados y mariscos frescos directamente del puerto. 

En pleno corazón de los Picos de Europa, Potes es un pueblo de montaña que encanta a los visitantes con su autenticidad y su ambiente acogedor. Este lugar es famoso por su Puente de San Cayetano y la Torre del Infantado, que preside el casco histórico y alberga exposiciones sobre la historia y la cultura de la región.

Potes también es conocido como la capital de la comarca de Liébana, un territorio lleno de belleza natural y tradición. Aquí se puede disfrutar de la gastronomía típica, como el cocido lebaniego y el aguardiente de orujo. Además, desde Potes se accede fácilmente al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, un importante lugar de peregrinación.

Reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España, Mogrovejo es un pequeño tesoro escondido en los valles cántabros, donde la tranquilidad y la belleza natural reinan. Este pueblo destaca por su conjunto arquitectónico, con casas de piedra y madera que parecen sacadas de un cuento. La Torre de Mogrovejo, una construcción medieval, es el símbolo del lugar y una parada obligatoria para quienes visitan la zona.

Rodeado por los majestuosos Picos de Europa, Mogrovejo es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Las rutas que parten desde aquí ofrecen vistas impresionantes de montañas y valles, además de la oportunidad de descubrir la flora y fauna autóctona. Este rincón mágico es ideal para quienes buscan una experiencia auténtica en un entorno natural incomparable.

Puente Viesgo es conocido por ser un lugar donde la historia y el bienestar se entrelazan en un entorno natural privilegiado. Este encantador pueblo se encuentra junto al río Pas y destaca por las Cuevas del Monte Castillo, un conjunto arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estas cuevas, como la de El Castillo y la de Las Monedas, albergan pinturas rupestres de más de 40.000 años, que fascinan a los amantes de la prehistoria.

Otro de los atractivos de Puente Viesgo es su famoso balneario, un lugar ideal para relajarse y disfrutar de tratamientos basados en las propiedades terapéuticas de sus aguas termales. El entorno natural que rodea al pueblo invita a practicar senderismo, con rutas que recorren bosques y montañas llenas de vida. 

Enclavado en los espectaculares Valles Pasiegos, Vega de Pas es un pueblo que conserva intacta su esencia rural y sus tradiciones más arraigadas. Este lugar es famoso por su arquitectura típica, con las características cabañas pasiegas que salpican sus paisajes verdes y montañosos. Su casco urbano ofrece un recorrido por pequeñas calles llenas de encanto, donde se puede descubrir la rica historia y cultura de la región.

La gastronomía es uno de los grandes atractivos de Vega de Pas, con productos locales como los sobaos y las quesadas pasiegas, que son todo un referente de la repostería cántabra. Además, los alrededores del pueblo ofrecen innumerables rutas para disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Vega de Pas es un destino ideal para quienes desean adentrarse en el corazón de la vida rural cántabra.

Cabezón de la Sal es un pueblo lleno de carácter y tradición, situado en un entorno privilegiado que combina la cercanía del mar y la montaña. Este lugar es famoso por la celebración de la Fiesta del Día de Cantabria, declarada de interés turístico nacional, donde se rinde homenaje a la cultura y tradiciones de la región.

El casco histórico de Cabezón de la Sal está lleno de rincones interesantes, como la Casa-Palacio de Carrejo, que alberga el Museo de la Naturaleza de Cantabria. Además, el pueblo se encuentra junto al Parque Natural de Oyambre, lo que lo convierte en una base ideal para explorar la diversidad paisajística de la zona. Su ambiente acogedor y sus múltiples actividades lo convierten en un destino perfecto para toda la familia.