12 Pueblos Bonitos Cerca de Taramundi
Taramundi, ubicado en el corazón de la comarca de Oscos-Eo, es un destino que sorprende por su tranquilidad y belleza natural. Este encantador pueblo asturiano es conocido por ser cuna de la etnografía rural, con su tradición de forja y molinos, y rodeado de montañas y valles que crean paisajes de ensueño. Además de su patrimonio histórico, Taramundi es famoso por su red de rutas de senderismo, que permiten explorar la naturaleza en estado puro.
Lo que hace aún más atractivo a Taramundi es su proximidad a otros pueblos pintorescos de la región. Estos pueblos, llenos de historia y cultura, son perfectos para aquellos que buscan adentrarse en la Asturias rural y descubrir su esencia más auténtica. Desde aldeas que conservan el encanto de épocas pasadas hasta parajes naturales donde el tiempo parece haberse detenido, los alrededores de Taramundi tienen mucho que ofrecer a los visitantes.

1. San Tirso de Abres
Ubicado a pocos kilómetros de Taramundi, San Tirso de Abres es uno de esos pueblos que parecen detenidos en el tiempo, conservando intacta la esencia rural de Asturias. Situado en el hermoso valle del río Eo, este pequeño pueblo es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el turismo tranquilo. Uno de sus principales atractivos es la Senda Verde del Eo, una antigua ruta ferroviaria que ha sido transformada en un precioso camino para senderistas y ciclistas. A lo largo de esta senda, los visitantes pueden disfrutar de los frondosos bosques de ribera, antiguos puentes de piedra y la biodiversidad que caracteriza a esta región.
Además de su espectacular entorno natural, San Tirso de Abres también destaca por su patrimonio etnográfico. Un claro ejemplo es la Casa del Marqués, una impresionante casona solariega que es testimonio de la importancia que tuvo esta villa en épocas pasadas. Las tradicionales construcciones en piedra y los hórreos que se pueden ver en sus alrededores contribuyen a la belleza de este lugar. Sin duda, San Tirso es un lugar donde el turismo rural se vive con autenticidad, ofreciendo un rincón de paz y naturaleza a tan solo un paso de Taramundi.
2. Santa Eulalia de Oscos
Declarado Conjunto Histórico-Artístico, Santa Eulalia de Oscos es uno de los pueblos más bellos y emblemáticos de la comarca. Este pequeño pero encantador municipio es una joya del patrimonio asturiano, tanto por su arquitectura tradicional como por el entorno natural que lo rodea. Sus casas, construidas en piedra y con tejados de pizarra, conservan el estilo rural típico de la región, brindando a sus calles un aire de historia y serenidad. Entre sus monumentos más destacados se encuentra el Palacio de Mon, una edificación noble de gran relevancia histórica que ofrece a los visitantes una ventana al pasado.
El entorno natural que rodea a Santa Eulalia de Oscos es simplemente espectacular. Sus montañas, valles y bosques hacen de este lugar un paraíso para los aficionados al senderismo y las actividades al aire libre. La ruta de la Coba, una de las más populares, lleva a los caminantes por paisajes de gran belleza, incluyendo arroyos y pequeños saltos de agua. Además, los visitantes pueden disfrutar del ambiente apacible que caracteriza a este pueblo, donde las tradiciones rurales todavía tienen un peso importante. Una parada obligada para quienes deseen experimentar la Asturias más auténtica.
3. Villanueva de Oscos
A muy poca distancia de Santa Eulalia, encontramos otro de los tesoros escondidos de la comarca: Villanueva de Oscos. Este pequeño y pintoresco pueblo es famoso por su Monasterio de Santa María, una construcción benedictina que data del siglo XII y que es, sin duda, el monumento más importante de la localidad. El monasterio ha sido cuidadosamente restaurado y conserva gran parte de su estructura original, lo que lo convierte en una parada imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura. Además, alberga en su interior interesantes exposiciones temporales y eventos culturales.
Pero Villanueva de Oscos no solo destaca por su legado monástico. Este pueblo ha sabido conservar sus tradiciones artesanales, especialmente en lo que respecta a la fabricación de productos de cuero y tejidos. Sus calles empedradas, rodeadas de verdes montañas y frondosos bosques, crean un ambiente tranquilo y acogedor, ideal para quienes buscan desconectar del ajetreo de la vida moderna. Además, el turismo rural aquí se ve enriquecido por la cercanía a rutas naturales que permiten adentrarse en la belleza salvaje de la comarca. Un lugar donde la historia y la naturaleza se encuentran en perfecta armonía.
4. San Martín de Oscos
San Martín de Oscos es un pueblo que parece sacado de un cuento. Su tranquilidad, unida a la belleza de su arquitectura tradicional, lo convierten en uno de los rincones más encantadores de la comarca de los Oscos. En el centro del pueblo destaca la Iglesia de San Martín, una construcción de origen románico que ha sido restaurada con esmero, manteniendo su sencillez y su esencia. Las casonas de piedra con tejados de pizarra, típicas de esta región, le dan a San Martín un aspecto casi medieval, que invita a los visitantes a perderse por sus calles y disfrutar del ritmo pausado de la vida rural.
Los alrededores de San Martín de Oscos están repletos de oportunidades para los amantes del senderismo y la naturaleza. Las rutas que parten desde el pueblo llevan a parajes de gran belleza, como la Cascada de Seimeira, un salto de agua rodeado de frondosa vegetación, que es una de las joyas naturales de la zona. Además, el pueblo alberga varios museos etnográficos que muestran cómo era la vida en los Oscos hace siglos, lo que añade un interesante componente cultural a la visita. San Martín es ideal para quienes desean combinar historia, naturaleza y tranquilidad en su viaje por Asturias.
5. Vegadeo
A orillas del río Eo se encuentra Vegadeo, un encantador pueblo que actúa como puerta de entrada entre Asturias y Galicia. Su situación privilegiada lo convierte en un punto estratégico desde tiempos antiguos, y hoy en día es un lugar vibrante que ofrece a los visitantes un equilibrio perfecto entre el turismo cultural y natural. En su casco histórico destacan varias construcciones de interés, como la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, con su imponente torre, y la Casa de las Cuatro Torres, un ejemplo notable de la arquitectura tradicional asturiana del siglo XIX.
Uno de los principales atractivos de Vegadeo es su cercanía al Parque Natural de las Rías del Eo, una zona protegida que es perfecta para los aficionados a la observación de aves y la naturaleza en general. Las rutas de senderismo por los alrededores del pueblo permiten adentrarse en un paisaje de marismas y bosques que deslumbran por su diversidad. Además, Vegadeo cuenta con una animada vida cultural, celebrando cada año la Feria de Muestras, un evento que atrae a miles de visitantes interesados en la artesanía, la gastronomía y los productos locales. Un lugar lleno de vida que invita a descubrir la Asturias más auténtica.
6. Castropol
Ubicado en la costa asturiana, Castropol es un pueblo que sorprende por su belleza y su situación geográfica privilegiada, al estar enclavado en la desembocadura del río Eo. Sus calles empinadas, llenas de casas señoriales y balcones de forja, ofrecen unas vistas impresionantes de la ría y del mar Cantábrico, haciendo de Castropol uno de los pueblos costeros más pintorescos de la región. En el centro del pueblo se encuentra la Iglesia Parroquial de Santiago, un templo barroco del siglo XVIII que merece una visita por su interesante patrimonio artístico.
Uno de los mayores encantos de Castropol es su ambiente tranquilo y sus vistas panorámicas. Desde el Mirador de la Mirandilla, los visitantes pueden disfrutar de una de las mejores vistas de la ría del Eo y de los paisajes marinos que la rodean. Además, la cercanía de Playas como la de Penarronda y la Ría de Ribadeo ofrecen múltiples opciones para los amantes del mar y las actividades acuáticas. Castropol es también conocido por su excelente gastronomía, especialmente por sus mariscos y pescados frescos, que pueden disfrutarse en los restaurantes locales con vistas al mar. Un lugar perfecto para quienes buscan una combinación de naturaleza, tranquilidad y buen comer.
7. Bres
Bres, un pequeño pueblo asturiano ubicado muy cerca de Taramundi, es un destino que sorprende por su tranquilidad y belleza. Enclavado en un entorno natural impresionante, Bres es un lugar donde los paisajes verdes y los bosques frondosos se funden con la arquitectura tradicional asturiana. Sus casonas de piedra y tejados de pizarra son un claro reflejo de la vida rural asturiana, y el ambiente relajado invita a desconectar y disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Este encantador pueblo es también un excelente punto de partida para rutas de senderismo que recorren las montañas y los valles que lo rodean. Los amantes de la naturaleza pueden explorar los senderos que llevan a miradores espectaculares, desde donde se pueden contemplar vistas panorámicas de toda la comarca. Además, Bres conserva un gran patrimonio etnográfico, con antiguos molinos y construcciones que reflejan la importancia de la vida agrícola en la zona. Es un destino perfecto para quienes buscan una experiencia auténtica de la Asturias rural sin alejarse demasiado de Taramundi.
8. Grandas de Salime
Situado en la zona suroccidental de Asturias, Grandas de Salime es un pueblo con una rica historia y un patrimonio que sorprende a quienes lo visitan. Conocido por ser una de las paradas clave en el Camino de Santiago Primitivo, este municipio tiene un ambiente especial, marcado por el paso de peregrinos desde hace siglos. Su atractivo más destacado es el Embalse de Grandas de Salime, una impresionante obra de ingeniería rodeada por un paisaje montañoso que deja sin aliento a quienes lo contemplan. Este embalse es perfecto para quienes disfrutan de actividades al aire libre como el piragüismo o simplemente para quienes desean relajarse y disfrutar de las vistas.
En el corazón del pueblo se encuentra el Museo Etnográfico de Grandas de Salime, una institución que muestra la vida tradicional asturiana a través de una colección de objetos antiguos, casas recreadas y talleres artesanales. Este museo es una parada obligada para quienes deseen comprender mejor el modo de vida rural de la región. Además, el casco antiguo de Grandas de Salime conserva su encanto, con calles empedradas y casas tradicionales que invitan a pasear tranquilamente. La combinación de naturaleza, historia y cultura hacen de este pueblo una visita imprescindible en el suroccidente asturiano.
9. Fonsagrada
Cruzando la frontera hacia Galicia, muy cerca de Taramundi, encontramos Fonsagrada, un pueblo que destaca por su imponente entorno natural y su importante legado histórico. Conocido por ser el municipio más grande de Galicia en extensión, Fonsagrada es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con rutas de senderismo que atraviesan montañas y valles, y que ofrecen vistas espectaculares en cada paso. Uno de sus principales puntos de interés es la Cascada de Vilagocende, una caída de agua de más de 50 metros que se encuentra en un enclave de gran belleza.
Además de sus tesoros naturales, Fonsagrada tiene un importante legado vinculado al Camino Primitivo de Santiago, siendo una de las principales paradas en esta ruta jacobea. El Museo Comarcal de Fonsagrada ofrece a los visitantes una visión de la vida rural gallega, con una colección que incluye desde objetos tradicionales hasta exposiciones de arte contemporáneo. El pueblo también es famoso por su gastronomía, especialmente por el “butelo”, un embutido tradicional que se elabora artesanalmente y que es protagonista en las celebraciones locales. Fonsagrada es un lugar que combina naturaleza, historia y tradición de una manera única.
10. Pesoz
Pesoz, un pequeño y tranquilo pueblo asturiano, es el lugar ideal para quienes buscan escapar del bullicio de las ciudades y conectar con la naturaleza. Este municipio, situado en una de las zonas más verdes y montañosas de Asturias, es famoso por su Iglesia de Santiago Apóstol, una construcción que data del siglo XVIII y que es uno de los símbolos del pueblo. Sus alrededores están repletos de senderos que llevan a parajes de gran belleza, como la Sierra de la Bobia, que ofrece rutas ideales para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre.
Pesoz también destaca por su tradición vinícola, con una producción local de vino que ha perdurado a lo largo de los siglos. El Museo Etnológico de Pesoz ofrece una interesante visión sobre la vida rural y las costumbres de la zona, mostrando cómo era el trabajo en el campo y la vida cotidiana en épocas pasadas. Este pequeño pero encantador pueblo es perfecto para quienes buscan disfrutar de la tranquilidad, la naturaleza y las tradiciones rurales en su máxima expresión.
11. Boal
Boal es un pintoresco pueblo asturiano que se encuentra en pleno corazón de la comarca del Parque Histórico del Navia. Su ubicación entre montañas y su rica historia hacen de este pueblo un lugar de gran interés para los visitantes. Uno de sus mayores atractivos es la Casa de la Apicultura, un museo dedicado a la tradición de la apicultura en la región, donde los visitantes pueden aprender sobre la importancia de las abejas y la producción de miel en Asturias. Además, Boal cuenta con numerosos caminos que permiten disfrutar de los paisajes naturales que rodean al pueblo, con rutas que cruzan bosques, prados y montañas.
El patrimonio histórico de Boal también es notable. Entre sus construcciones más emblemáticas destaca la Iglesia Parroquial de Santiago, un templo que se alza en el centro del pueblo y que data del siglo XVIII. Sus alrededores están salpicados de casonas antiguas y hórreos, construcciones tradicionales que añaden un encanto especial a este lugar. Boal es, sin duda, un destino perfecto para quienes buscan combinar la tranquilidad rural con el descubrimiento de la historia y las tradiciones asturianas.
12. El Franco
El Franco, ubicado en la costa occidental de Asturias, es conocido por su espectacular litoral y sus encantadores paisajes rurales. Este municipio costero ofrece una combinación perfecta entre mar y montaña, con playas que sorprenden por su belleza salvaje. Una de las más destacadas es la Playa de Porcía, un paraje natural de gran valor ecológico, con formaciones rocosas y arenas doradas que crean un entorno único para quienes buscan disfrutar del mar en un ambiente tranquilo y sin aglomeraciones.
El pueblo de El Franco también tiene un interesante patrimonio arquitectónico, con construcciones como la Iglesia de Santa María de Miudes, una joya del románico tardío que aún conserva parte de su estructura original. Además, El Franco es conocido por su oferta de turismo activo, especialmente en deportes acuáticos como el surf y el paddle surf, gracias a las condiciones de sus playas. Su entorno natural, sus rutas de senderismo y su rica gastronomía local lo convierten en un destino completo para los amantes de la naturaleza y la costa asturiana.
Descubre los Pueblos Cerca de Taramundi
Taramundi es mucho más que un destino turístico: es el corazón de una región que conserva la autenticidad y el encanto de la Asturias rural. Su privilegiada ubicación en la comarca de Oscos-Eo lo convierte en el punto de partida perfecto para explorar una serie de pueblos que aún mantienen intactas sus tradiciones, su arquitectura y su naturaleza. Cada uno de los 12 pueblos que hemos recorrido en este artículo ofrece una experiencia única, enriqueciendo el viaje con su propia historia y su particular manera de vivir el entorno.
En el caso de pueblos como San Tirso de Abres, su cercanía al río Eo lo convierte en un enclave natural privilegiado para los amantes de los paseos tranquilos y las actividades al aire libre, mientras que Santa Eulalia de Oscos destaca por su carácter histórico y monumental, siendo un perfecto ejemplo de la arquitectura tradicional asturiana. En Villanueva de Oscos, la visita al monasterio benedictino nos traslada a épocas medievales, permitiendo a los viajeros adentrarse en el pasado mientras disfrutan de un entorno que invita a la relajación y el contacto con la naturaleza.
Por otro lado, localidades como Grandas de Salime y Fonsagrada ofrecen un sorprendente equilibrio entre la historia y la naturaleza. El impresionante embalse de Grandas de Salime y la cascada de Vilagocende en Fonsagrada son solo algunos ejemplos de la asombrosa riqueza paisajística que se puede encontrar a pocos kilómetros de Taramundi. Estos parajes permiten a los visitantes sumergirse en la belleza natural de la región mientras descubren rincones llenos de historia, como las paradas del Camino Primitivo de Santiago que atraviesan la comarca.
La diversidad de estos pueblos se complementa con la preservación de sus tradiciones. Pesoz y Boal, por ejemplo, son claros exponentes de la vida rural asturiana, con museos etnográficos que permiten a los visitantes conocer de primera mano cómo era la vida en el campo hace siglos. Además, la rica tradición vinícola de Pesoz y la apicultura en Boal añaden una dimensión gastronómica a este viaje, ofreciendo productos locales de gran calidad que reflejan la estrecha relación de sus habitantes con la tierra y sus recursos.
Si buscas un destino donde la tranquilidad y la autenticidad sean las protagonistas, los alrededores de Taramundi te ofrecerán una experiencia inolvidable. La combinación de paisajes verdes, montañas, ríos y pueblos cargados de historia y tradición convierten esta zona de Asturias en un lugar ideal para quienes desean desconectar del bullicio urbano y adentrarse en un mundo donde la vida transcurre a otro ritmo, más pausado, más cercano a la naturaleza y a sus raíces. No cabe duda de que, al visitar estos encantadores pueblos, uno no solo descubre los paisajes y monumentos, sino que también conecta con la esencia misma de la vida rural asturiana.
Ya sea explorando la arquitectura tradicional, recorriendo las rutas de senderismo que cruzan montañas y bosques, o degustando la gastronomía local en alguno de sus acogedores restaurantes, cada pueblo tiene algo especial que ofrecer. Estos destinos te invitan a sumergirte en una Asturias más profunda, una Asturias que, alejada del turismo masivo, conserva lo mejor de su historia y su entorno natural. En definitiva, un viaje por estos pueblos cercanos a Taramundi es una invitación a redescubrir lo esencial: la belleza del paisaje, la hospitalidad de sus gentes y el valor de lo auténtico.
Ubicación Pueblos cerca de Taramundi
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